
Buena práctica de liderazgo: si no influyes tú, otros lo harán.
Aunque no seamos conscientes, todos vamos por la vida ejerciendo influencia, o, por lo menos, lo intentamos.
En un entorno profesional esto es todavía más evidente y, además, se nos pide que lo hagamos, porque de nuestra influencia como mánager depende, entre otras cosas, la consecución de los objetivos. Influimos en los profesionales de nuestro equipo para que estén alineados con los objetivos de la empresa. Conseguir que esta influencia fluya de manera eficaz, sin manipular a nadie, es lo que aprenderás en esta buena práctica.